jueves, 25 de febrero de 2016

[REVIEW] Dying Light: The Following


Dying Light: The Following es una Expansión del juego Dying light.
Esta cuenta con una historia completamente diferente, en la que tomas el lugar de Kyle Crane, un miembro del SAI (International Relief Agency) que debe ir a la ciudad de Harran, la ciudad se jugarían los juegos olímpicos de ese año pero que fue afectada por un virus convirtiendo a la población en zombies, para encontrar una supuesta cura, robada por un anterior miembro de la organización.
Esta expansión nos sitúa en un mapeado totalmente nuevo, mas del doble de grande que el anterior, dejando de lado la gran ciudad del juego original y dando lugar a campos, granjas, prados, bosques y algunas ciudades. Otra de las novedades de este juego son los autos, que no estaban disponibles en el anterior título. Al igual que el personaje, el auto tiene su propio arbol de habilidades, pudiendosele incrementar la armadura, o incluso ponerle armas. Además tiene un sistema de combustible, por lo que tendremos que conseguirlo de los autos abandonados esparcidos por el mapa.
Otras novedades son: Mejora de la IA de los enemigos en villanos y zombis , desafíos diarios, nuevos movimientos de parkour , nuevas armas, mejores gráficos , nuevos modelos de los personajes y una nueva dificultad (pesadilla).
El modo multijugador es completamente igual que en el anterior, pudiendo jugar en partidas mas avanzadas en cuanto a la historia, sin borrar tu partida de singleplayer. Además del modo zombie, donde puedes convertirte en un zombie y acechar en la noche, con el objetivo de matar 10 jugadores.
En cuanto a los gráficos, son muy buenos, tienen gran cantidad de detalles, pero es necesaria una PC potente para poder correrlos.
Y por último, teniendo en cuenta la música y el sonido, son muy buenos y ayudan a ambientar muy bien el transcurso de la historia.

Mi puntaje es un: 9,5
Todo el contenido del juego es muy bueno, la única pega es que es necesaria una PC muy potente para correrlo en su máximo potencial, pero créanme que vale la pena.

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